El Burnout se considera como una respuesta al estrés laboral crónico generado a partir del contacto directo y excesivo con otros seres humanos, particularmente cuando ellos están preocupados o con problemas(1). Fue descrito en la década de 1970 por Freudenberger en personal del área de la salud(2). Este síndrome abarca las siguientes tres dimensiones: extenuación emocional, despersonalización y falta de realización personal. Según la Organización Mundial de la Salud el estrés laboral es uno de los diez problemas principales de salud relacionados con el trabajo (3)

El burnout se desarrolla de manera gradual, se inicia con niveles excesivos y prolongados de estrés laboral, llevando a una sobrecarga en el trabajador (sensación de tensión, irritabilidad y cansancio) y al final el proceso culmina cuando los trabajadores,como mecanismo de defensa, absorben su estrés desconectándose psicológicamente del trabajo y volviéndose apáticos, escépticos e intransigentes(4).

En la actualidad se ha descrito este síndrome, no solo en personal del área de la salud, sino también en cuidadores, familiares, educadores y personal de servicios públicos.

Se ha planteado que afecta hasta un 40% de los médicos, perjudicando su bienestar personal o su desempeño profesional(5).

A escala social, los costos son notables en términos de ausentismos, disminución de la productividad y gastos de atención sanitaria. En los Estados Unidos las pérdidas de las instituciones a causa del estrés y de los problemas relacionados se estiman en más de 150 mil millones de dólares anuales(6).

Un estudio publicado en el 2012 en la revista British Medical Journal, realizado en médicos del Reino Unido, halló altos niveles de burnout: 46% de los profesionales analizados sufrían agotamiento emocional, un 42% despersonalización(actitud negativa y cínica ante los pacientes), y un 34% bajos niveles de realización personal. Sin embargo, a pesar de sus experiencias de despersonalización, los médicos fueron capaces de mantener un nivel suficiente de profesionalismo para que sus pacientes fueran incapaces de detectarla(7).

Por otra parte, en el artículo “Maintaining professionalism in the face of burnout“, un debate y análisis publicado recientemente en British Journal of General Practice”, asegura que otros graves riesgos se ciernen sobre los médicos con burnout: la presión por ser profesional los lleva a ocultar problemas o errores en su práctica diaria, y el deterioro de sus relaciones personales dentro y fuera del trabajo. Asimismo, este documento manifiesta que las normas establecidas para mantener el alto nivel profesional hacen que los médicos tomen medidas perjudiciales para sí mismos: son reacios a acudir al médico por sus dolencias físicas o psíquicas, y a ignorar o suprimir su bienestar personal(8).

Un estudio de la American Journal of Surgery, “The stress of residency: recognizing the signs of depression and suicide in you and your fellow residents“(9), argumenta que los cirujanos y residentes de cirugía suelen sufrir estrés crónico, con consecuencias desastrosas para su salud psicofísica y afecta a los dos componentes claves de sus responsabilidades: el juicio intelectual y la habilidad técnica, y también el rendimiento cognitivo y psicomotor dentro y fuera de la sala de operaciones.

Aplicaron un test exhaustivo entre los residentes de cirugía de primero, segundo, tercer y cuarto año de del Departamento de Cirugía de la University Medical Center of New York, para identificar signos de estrés quirúrgico, incluyendo fatiga, burnout, depresión, suicidio, abuso de drogas y alcohol y sus efectos sobre la familia, amigos y relaciones interpersonales. Los objetivos secundarios incluyeron la identificación de las principales fuente de estrés, la auto-conciencia, la comprensión de las opciones profesionales y la creación de un marco para gestionar la tensión. Posteriormente se dictó un seminario interactivo a los residentes con el fin de que identificarán los factores de riesgo en ellos y sus colegas. Los resultados del test revelaron entre los residentes una alarmante falta de reconocimiento de los signos y síntomas de estrés, problemas familiares, depresión, suicidio en los residentes, e incluso desconocimiento de las guías institucionales dirigidas a combatir estos problemas. Sin embargo, en el test post-seminario se detectó una mejoría del 89,7 % en los resultados y una prueba realizada cuatro meses después confirmó que la información había sido introyectada.

Las conclusión de esta investigación es: para evitar las consecuencias asociadas al estrés en los cirujanos y residentes, tales como la depresión, el abuso de sustancias, el divorcio y el suicidio, es fundamental que las instituciones de salud dicten entrenamientos a sus médicos sobre los síntomas, causas y opciones de tratamiento del estrés laboral.

Referencias

1.Thomaé MNV, Ayala EA, Sphan MS, Stortti MA. Etiología y prevención del síndrome de burnout en los trabajadores de la salud. Revista de Posgrado de la VIa Cátedra de Medicina 2006;153:18-21.

2.Freudenberger HJ. Staff Burn-Out. Journal of Social Issues. 1974;30(1):159-65.

3.WHO, MNH, MBD. PREVENCIÓN DEL SUICIDIO UN INSTRUMENTO EN EL TRABAJO. Ginebra: OMS; 2006. p. 16.

4.Cherniss C. Professional burnout in human service organizations. New York: Praeger; 1980. xviii, 295 p. p.

5.Henderson G. Physician burnout. Hospital physician. 1984;20(10):8-9. Epub 1984/09/07.

6.Donatelle RJ, Hawkins MJ. Employee stress claims: increasing implications for health promotion programming. American journal of health promotion : AJHP. 1989;3(3):19-26. Epub 1989/01/01.

7.Orton P, Orton C, Pereira Gray D. Depersonalised doctors: a cross-sectional study of 564 doctors, 760 consultations and 1876 patient reports in UK general practice. BMJ Open. 2012;2(1).

8.Dale S, Olds J. Maintaining professionalism in the face of burnout. The British journal of general practice : the journal of the Royal College of General Practitioners. 2012;62(604):605-7. Epub 2012/12/06.

9.Hochberg MS, Berman RS, Kalet AL, Zabar SR, Gillespie C, Pachter HL. The stress of residency: recognizing the signs of depression and suicide in you and your fellow residents. American journal of surgery. 2013;205(2):141-6. Epub 2012/12/19.

Deja una respuesta